Reducción del Impacto Ambiental de Pañales

En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2019 la cantidad de residuos sólidos urbanos generados por persona fue de 865 gramos al día, lo que equivale a 107,055 toneladas al día a nivel nacional. Dentro de estos residuos, el 6.52% corresponde a pañales desechables usados, los cuales, si se gestionan de manera adecuada, pueden proporcionar beneficios para el medio ambiente.

Perla Xóchitl Sotelo Navarro, investigadora del programa Cátedras Conacyt adscrita al Cinvestav, está trabajando en una alternativa para el tratamiento de los residuos de productos higiénicos absorbentes, con el objetivo de contribuir a la reducción del impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida.

Los productos higiénicos se pueden clasificar según su disposición, como pañales para bebés, calzoncillos para la incontinencia en adultos y compresas o tampones de higiene femenina. Los pañales desechables son los productos más comunes en este segmento. Sin embargo, en México no existe una técnica para su tratamiento cuando se convierten en basura, por lo que se envían a rellenos sanitarios junto con otros residuos sólidos urbanos. Esto fue señalado por la investigadora, quien está adscrita al programa de Doctorado Transdisciplinario en Desarrollo Científico y Tecnológico para la Sociedad.

Un pañal desechable de adulto común tarda alrededor de 500 años en degradarse. Además de contener aproximadamente un 35% de fibra de celulosa, el resto está compuesto por materiales sintéticos no biodegradables, como polietileno, polipropileno y un polímero sintético altamente absorbente.

Con el objetivo de encontrar métodos que aceleren el proceso de degradación y eviten que los lugares donde se depositan este tipo de residuos se conviertan en fuentes de contaminación o infección, Sotelo Navarro propuso una logística para evitar que los pañales desechables lleguen a los rellenos sanitarios. Esto implica la recolección directa, realizada periódicamente por personal especializado, en los lugares donde se generan estos residuos, como hospitales, guarderías y hogares, similar a lo que se hace con los residuos biológicos infecciosos generados en pequeñas clínicas.

Una vez recolectados, los pañales serían llevados a plantas de compostaje o generación de biogás ya existentes, donde serían triturados para facilitar su degradación. Dado que los pañales desechables tienen características particulares, se mezclarían con residuos de jardinería y se introducirían en biorreactores aerobios (tambores de plástico con capacidad para 200 litros). Estas mezclas serían volteadas manualmente para permitir la aireación. En este proceso, la materia orgánica se descompone debido a la acción de microorganismos, principalmente bacterias y hongos, que generan calor y garantizan la eliminación de patógenos al mantener la temperatura por encima de los 60 grados centígrados.

Al final del proceso de transformación se obtiene un producto que se som

ete a tamizado para separar la parte plástica (30%) que puede ser reciclada o reutilizada, por ejemplo, en procesos hidropónicos donde podría funcionar como soporte para las plantas (sustrato plástico). También se obtiene mulch, un compuesto con las partes gruesas de los residuos de jardinería, y composta, la parte fina.

Existen variaciones en el proceso, ya que si los residuos se tratan en un biorreactor con digestión anaeróbica, se pueden obtener productos finales con importantes beneficios económicos, sociales y ambientales, como biogás para producir energía y digestato, un subproducto que sirve como fertilizante.

La concentración de este tipo de productos en los lugares de desecho tiene un impacto ambiental que se traduce en factores de riesgo, como la liberación no controlada de biogases, la liberación de sustancias que afectan y contribuyen a la destrucción de la capa de ozono, la contaminación de los suelos y los cuerpos de agua, la proliferación de fauna nociva y la transmisión de enfermedades.

A pesar de que este proceso solo se ha probado con pañales desechables para adulto, ya que aún no contienen químicos como los fármacos, la investigación pretende utilizar esta logística y proceso de transformación en otros productos higiénicos, como pañales para adultos o toallas sanitarias femeninas, y adaptarlo a comunidades rurales auto-sustentables.

Desde una perspectiva ambiental y de salud pública, el manejo adecuado de los residuos en las etapas posteriores a su generación permite mitigar los impactos negativos en el medio ambiente, la salud y reducir la presión sobre los recursos naturales.